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La cirugía LASIK (Laser-Assisted In Situ Keratomileusis) se ha convertido en una opción popular para corregir problemas de visión como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Sin embargo, a pesar de su creciente éxito y el respaldo de la ciencia médica, existen varios mitos en torno a este procedimiento que generan miedo y confusión entre las personas interesadas en mejorar su vista. A continuación, desmitificamos algunos de los conceptos erróneos más comunes sobre el LASIK.

1. Mito: «La cirugía LASIK es dolorosa»

Uno de los temores más extendidos es que el LASIK sea doloroso. Sin embargo, este es un mito. El procedimiento se realiza bajo anestesia local en forma de gotas oculares, por lo que el paciente no siente dolor durante la cirugía. Puede haber una ligera sensación de presión o molestia, pero no dolor. Después del procedimiento, es común experimentar un leve malestar o picazón en los ojos durante algunas horas, pero estos síntomas suelen desaparecer rápidamente.

2. Mito: «El LASIK no es seguro y puede causar ceguera»

Este es uno de los mitos más alarmantes, pero la realidad es que el LASIK es un procedimiento seguro y bien establecido cuando lo realiza un cirujano experimentado. Las complicaciones graves, como la pérdida de visión, son extremadamente raras. La tecnología láser utilizada en la cirugía ha avanzado mucho desde que el LASIK se introdujo por primera vez, y las tasas de éxito son muy altas. En la mayoría de los casos, los pacientes experimentan una mejora significativa en su visión sin efectos secundarios importantes.

3. Mito: «El LASIK es solo una solución temporal»

Otro malentendido común es que los efectos del LASIK son temporales y que la vista volverá a deteriorarse con el tiempo. Aunque es cierto que el proceso natural de envejecimiento puede afectar la visión, especialmente en lo que respecta a la presbicia (la necesidad de lentes de lectura), los resultados de la cirugía LASIK son generalmente permanentes. En la mayoría de los pacientes, la corrección visual obtenida se mantiene estable durante muchos años.

4. Mito: «Solo es para personas jóvenes»

Muchas personas creen que solo los más jóvenes son buenos candidatos para el LASIK. Sin embargo, la edad no es el factor determinante. Mientras la salud ocular sea adecuada y el problema visual se haya estabilizado (sin grandes cambios en la graduación en al menos un año), muchas personas de diferentes edades pueden beneficiarse de la cirugía. Aunque la presbicia puede desarrollarse en la mediana edad, el LASIK sigue siendo una opción viable para corregir otros problemas de visión.

5. Mito: «Después del LASIK, nunca necesitarás usar gafas nuevamente»

Si bien el LASIK puede eliminar la necesidad de gafas o lentes de contacto en la mayoría de los casos, esto no garantiza que nunca se volverán a necesitar. A medida que las personas envejecen, es probable que experimenten presbicia, lo que puede requerir el uso de gafas para lectura, incluso si tuvieron una visión perfecta después del LASIK. Sin embargo, para muchos, la cirugía reduce significativamente la dependencia de gafas o lentes.

6. Mito: «Cualquiera puede someterse a una cirugía LASIK»

Aunque el LASIK es una opción excelente para muchas personas, no todos son candidatos ideales para este procedimiento. Aquellos con ciertas condiciones oculares, como el glaucoma, cataratas, córneas delgadas o enfermedades autoinmunes, pueden no ser aptos para la cirugía. Por eso, es fundamental someterse a una evaluación exhaustiva con un especialista en cirugía refractiva antes de decidir realizar el procedimiento.

7. Mito: «La recuperación es larga y complicada»

La realidad es que la mayoría de los pacientes que se someten a una cirugía LASIK experimentan una recuperación rápida y sencilla. Muchos ven mejoras inmediatas en su visión, y aunque puede haber un poco de visión borrosa y sequedad ocular durante los primeros días, la mayoría de las personas pueden retomar sus actividades normales en 24 a 48 horas. Sin embargo, se recomienda evitar ciertas actividades, como nadar o frotarse los ojos, durante algunas semanas.

Para ilustrar mejor te compartimos la experiencia de la Dra. Nora Jiménez sobre este tema.